Cada estancia ha sido cuidadosamente rediseñada para aprovechar la luz natural y crear una sensación de continuidad visual, con tonos blancos y beige que se combinan con materiales como madera clara y cerámica suave, logrando un ambiente sereno y acogedor.
Grandes ventanales permiten la entrada de luz natural, mientras que las mejoras en aislamiento y ventanas de doble acristalamiento garantizan confort térmico y eficiencia energética. Esta reforma no solo moderniza el espacio, sino que lo convierte en un refugio cálido y lleno de armonía junto al entorno costero.